Hoy hace 10 años de la victoria número 32 de Fernando Alonso en el circuito de Barcelona 2013 y en nuestro corazón sigue vivo aquel recuerdo
Tal día como hoy, 12 de mayo, un joven asturiano se alzó con el primer peldaño del podio en el circuito de su país de nacimiento, en España. El fin de semana llegó como otro cualquiera sin saber que después la mala suerte le acompañaría hasta el resto de su pasaje por la F1. Se presentó el domingo sin más, terminó la carrera y lo celebramos pero jamás, de ninguna manera nos esperaríamos que fuese el último en mucho tiempo.
Fernando decidió alcanzar sus sueños y competir en la máxima categoría con tan solo tres años de edad. Y de qué forma lo hizo. Alonso, un ovetense amante del motor se convirtió en uno de los mejores del momento. Ahora con las mismas ganas y con las mismas ilusiones potenciadas por un equipo verde. El piloto español consiguió hacer que todo un país se enamorara de un deporte que solo los más entendidos sabían de su existencia.

Él no tuvo suerte pero su marea azul fue cambiando de colores años tras años buscando en su deporte ese rayito de suerte que tanto ansiaba recuperar después de sus dos mundiales con Renault. Incluso probó suerte en otras categorías y lo bordó. Él, incansable, no se conformó con solo levantar un trofeo, él quería más y consiguió su tercer mundial en el mundial de resistencia.
Fernando no se sentía cómodo porque estaba hecho para correr a gran velocidad. Pajaritos, samurái, el gigante… celebraciones que no podemos olvidar. Nos dio dos mundiales y uno más en resistencia pero nos falta algo…
Hace 10 años de la victoria número 32, hace 10 años que no probamos la gloria del primer puesto, el rociar el champán y ponerse delante de la televisión mientras por nuestros ojos se va escapando una lagrimita al escuchar ese himno que siempre recordamos de pequeños. Fue bonito mientras duró, adultos o niños; la edad no importaba porque Fernando consiguió hacer soñar a toda una nación.

La 33 es cuestión de tiempo…
10 años de todo pero la esperanza siempre es de color verde; Aston Martin nos ha enseñado a ilusionarnos de nuevo. Nos ha regalado 4 podios y la cosa más importante nos ha acostumbrado a catar champán todos los findes de semana. Ahora la canción es otra; »Ohh Fernando Alonsoooo, Ohh Fernando Alonsoooo»…
Aston Martin nos ha devuelto las ganas que habíamos perdido y Fernando nos ha demostrado que está más fuerte que nunca y que está listo para conseguir su tercer mundial en la máxima categoría. El equipo británico nos mantiene en una constante nube donde solo podemos escuchar que la 33 está cerca.
Sueñen, señores, porque cuando el samurái tiene una buena espada nadie podrá derrotarle. Fernando, el samurái; Aston Martin, su espada. El ambiente en el equipo es palpable en cada carrera y en cada radio. Disfruten porque cuando se retire, que esperemos que quede mucho para ello, se nos habrá ido un grande el cual nos enseñó a amar un deporte que no sabíamos que se convertiría en nuestro modo de vida. Gracias Fernando, gracias Nano, de corazón.
