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Opinión: La F1 no merece esta FIA

Las cuestionables actuaciones de la FIA en el pasado GP de Australia reabren el debate acerca del organismo que necesita la Fórmula 1

La Federación Internacional de Automovilismo (FIA), es el organismo encargado de regular las competiciones de automovilismo más importante del mundo.
En el caso de la F1, la FIA la ha acompañado desde sus inicios en 1950.

Desde hace más de 70 años, la Federación ha evolucionado con la Fórmula 1 en cuanto a reglamento. El sistema ha ido modificándose de manera continuada, en gran parte, a medida que la seguridad iba prevaleciendo en la competición.

La asociación entre estos dos organismos no ha estado exenta de altibajos y polémicas a lo largo de los años. Desencuentros y acusaciones sobre la prioridad a la hora de aplicar el reglamento no han faltado durante más de 6 décadas.

Cambio de enfoque

Sin embargo, si este tipo de discrepancias han aparecido durante buena parte de este período, ¿por qué preocuparse ahora? Si siempre han existido decisiones más o menos rebatibles, ¿por qué hacerse eco de ello precisamente ahora? Quizás, porque desde hace unas temporadas, la Federación Internacional no lleva a cabo ningún tipo de escala en la que moverse a la hora de aplicar el reglamento.

La inconsistencia a la hora de hacer cumplir un reglamento es el hecho más criticable por parte del seguidor de esta categoría a lo largo de los últimos años.
Si la FIA no establece unos criterios base, cualquiera podrá especular sobre las razones que llevan a sancionar algo, que dos meses antes no lo fue.
No hago referencia al reglamento establecido por la Federación, que se irá modificando y adaptando a la categoría como se ha hecho siempre. Nos referimos a la forma en la que se aplica.
Y como la mayoría hemos podido observar, este fin de semana en Australia se han vuelto corroborar dichas insensateces.

Australia, lugar de los hechos

La acción comenzó el viernes (jueves noche en horario europeo), cuando la FIA tuvo que tomar medidas ante un incidente en Fórmula 3.
Un piloto, Dunne, estorbó a Tsolov en su vuelta, y este decidió colocarse en paralelo suya, y mandarlo contra el muro.
La magnitud del incidente apuntaba a una prosible descalificación del Gran Premio de Tsolov.
Sin embargo, la FIA decidió optar por tres posiciones de sanción en parrilla. Una penalización casi la mitad de dura, que por superar el límite de cambio de algún componente de motor en un GP de Fórmula 1.

Aún así, lo peor del fin de semana estaba todavía por llegar. En las últimas vueltas de la carrera del domingo, George Russell perdía el control de su monoplaza de manera violenta. De esta manera, impactaba contra las protecciones de la curva 6, quedando parado de lado en medio de la pista.
A pesar de la complicada posición del monoplaza en la pista, y de la baja visibilidad saliendo de esa curva, la FIA tarda demasiado en actuar, y lo hace sacando un Virtual Safety Car.

Esta es otra temática a destacar acerca del proceder de la Federación en los últimas tiempos. La lentitud a la hora de actuar es clave en este tipo de incidentes, y no se actúa de manera inmediata por no alterar el orden de la prueba.
Es algo que se ha acentuado desde la salida de Michael Masi al término de 2021, como consecuencia de una auténtica caza de brujas que tuvo que padecer por parte de la prensa británica tras tomar la decisión de relanzar el GP de Abu Dhabi a una vuelta del final, dando el título a Max Verstappen en detrimento de Hamilton.

Investigan a Fernando…

La sorpresa saltó cuando el accidente de Russell empezó a ser investigado, acusando a Fernando Alonso, que marchaba delante, de posible «brake test», causante del choque.
Fernando Alonso frenó antes una vez antes de llegar a la curva en la corta recta anterior anterior. Russell se acercó más a Fernando, pero sin llegar a impactar con su monoplaza o no siquiera frenar más de lo normal antes de la curva.
Según dijo el propio piloto de Mercedes, Fernando frenó algo antes, le sorprendió, y cometió un error que le llevó al accidente sin culpar al español.

La FIA cerró la investigación casi 4 horas después, con una sanción de 20 segundos a Fernando Alonso, cayendo del 6º al 8º.
Según el documento que apoyaba dicha decisión, se alegaba que los comisarios consideraban que no tenían suficiente información para determinar si la maniobra de Alonso fue para provocar un incidente potencialmente peligroso a Russell, o sólo lo hizo para tomar mejor la curva, como así alegó Fernando. Sólo observaron que Alonso frenó antes, y relacionaron este hecho con el artículo 33.4 del reglamento. Así, actuaron sancionándolo.

¿Discrepancias de sanciones?

El brake test, es definido como frenada deliberadamente en una zona no habitual para obstaculizar al piloto de atrás de manera severa.
No sólo la incidencia de Fernando no cumple estos requisitos, sino que la sanción no se corresponde con la suma de tiempo aplicada en una de las últimas ocasiones que lo observamos en la categoría.
Max Verstappen debía dejar pasar a Hamilton en Arabia 2021, y para ello, frenó en el centro de la pista (lugar no habitual), y justo antes de la línea de detección de DRS. Por tanto, Hamilton también frenó para poder quedarse pasar después el por el punto de detección.
No obstante, Max frenó más aún, hasta casi alcanzar los 100 km/h en recta, y Hamilton le tocó al adelantarle.

La penalización adjudicada a Verstappen por supuestamente lo mismo de lo que se le acusó a Alonso, fue de 10 segundos.
De esta forma, ¿por qué a uno 10, y a otro 20? Posiblemente, porque Alonso tenía más de 10 segundos de ventaja con Stroll. Por lo tanto, no hubiese perdido ninguna posición más.
También cabe preguntarse, ¿si a Fernando se le ha sumado 20 para perder alguna posición, por qué no se hace lo mismo siempre? ¿Por qué no se actúo de igual manera con Hamilton en Gran Bretaña 2021, y se le aplicó el tiempo suficiente de sanción para que al menos no venciese? Y desde luego, la pregunta del millón, ¿se puede considerar esa acción un brake test?

Aston Martin no reaccionó

Sin reclamación de absolutamente nadie (algo que Mercedes ha hecho recientemente si ha encontrado la oportunidad), con un problema en el acelerador que comenzó la misma vuelta del accidente de Russell, y lo más importante, con un accidente que no fue causado por el hecho de que Alonso frenase antes, sino por la cercanía del Mercedes al aire sucio que desprendía el Aston de Fernando, y cuyo efecto aumentó al acercarse al monoplaza.

Además de no corresponderse esta acción con un brake test, este es un nuevo caso de inconsistencia a la hora de aplicar sanciones. Al mundo de la F1, le quedará preguntarse los motivos por los que a veces es sí, y otras veces no, según el criterio de la Federación.
Una Federación, que ayer volvía a tener a un expiloto británico como comisario. En un organismo en el que las influencias de corte inglés ya han perseguido y despedido a un director de carrera, para poner al mando de la FIA a un equipo que en poco más de dos años, ha sacado a una grúa a pista cuando un piloto pasaba por una pista encharcada en Suzuka. Una FIA que reacciona más tarde que nunca a un incidente y que sanciona de manera incongruente acciones dispares. Y sobre todo, que aplica diferentes criterios (se desconocen cuáles y los intereses de los mismos) a la hora de penalizar.

La FIA debe salir de la F1

De esta manera y en resumen, nos queda concluir que a la Fórmula 1 le empieza a sobrar esta FIA. Un organismo que hoy día, altera el espectáculo, al parecer, a gusto de ellos mismos. Modificando así, de manera cada vez más dispar las actuaciones que los pilotos han llevado a más de 300 kilómetros por hora en pista. Así no se puede ni se debe seguir.

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