Alonso y Checo Pérez nos deleitaron con un impresionante cuerpo a cuerpo en el circuito de Interlagos, con una defensa histórica del asturiano
Por muy monótona que sea una temporada de Fórmula 1, el circuito de Interlagos casi nunca decepciona.
Una desafiante sucesión de curvas, dos rectas con zonas de DRS adaptadas para provocar el cuerpo a cuerpo en las curvas 1 y 4, y una meteorología cambiante, suelen proporcionar mucho espectáculo.
Si a todo esto, le sumamos una defensa épica, de un piloto que lleva más de 20 años haciendo cosas grandes, pues mejora aún más. Y es que la gestión y la defensa de Fernando Alonso a Sergio Pérez durante más de media carrera, fue impresionante.
Por tanto, trataremos de desgranar lo más relevante de este cara a cara.
Tras la salida, Fernando Alonso cayó dos posiciones, siendo adelantado por Hamilton y Norris. Sin embargo, adelantó a su compañero Stroll. Por detrás, Pérez era 7º. La bandera roja provocada por el accidente entre Albon y Magnussen, dio otra oportunidad a todos.
Después de la segunda salida, Pérez ganó la posición a Stroll. Alonso consiguió adelantar a Hamilton en la recta antes de la curva 4, en una maniobra que nos devolvió por un momento a 2007.
En este GP de São Paulo, Mercedes mostró un ritmo muy pobre con respecto a Grandes Premios anteriores. Por tanto, Pérez adelantó a Russell en la vuelta 14, y a Hamilton en la 18 con relativa facilidad, debido a la baja velocidad del Mercedes.
A partir de ahí, empezó su persecución a distancia de Alonso, que rodaba cómodo en la 3ª posición, detrás de Verstappen y Norris, que tenían más ritmo.
Sin embargo, el mexicano, fruto de sus batallas contra Hamilton y Russell, desgastó sus neumáticos blandos. Por tanto, entró en boxes estando a más de 8 segundos de Alonso y sin poder recortarle, en la vuelta 21.
Como Alonso tenía margen, aguantó hasta la vuelta 25 para entrar a hacer su parada, y así tener mejores neumáticos que Checo. Salió a pista 4 segundos delante del mexicano.

A partir de ese momento, Pérez empezó a recortarle del orden de 0.3-0.4 décimas por vuelta. Sin embargo, el piloto español no estaba rodando lo más rápido posible.
De esta forma, cuando Pérez estaba a 1.1 del español, este empezó a tirar y a alejarse. Estaba gestionando neumáticos en curvas como la 11, y cuando Checo se acercó a zona de DRS, Fernando mejoró su ritmo hasta dejarlo a casi 4 segundos.
Por tanto, Red Bull movía ficha y metía a Pérez en boxes. Una vuelta después, Fernando se defendería, y ambos afrontarían el último stint con los blandos, con 3.5 segundos de ventaja.
A partir de la vuelta 49, Pérez de nuevo empezó a recortar distancias. Mientras, Alonso intentaba gestionar neumáticos. Pero en esta ocasión, el mexicano tenía más ritmo que en el stint anterior, y en la vuelta 55 entró en zona de DRS con Fernando.
Desde ese instante, y cada vuelta, Pérez abría el DRS en cada recta del circuito de Interlagos, colocándose casi en paralelo ya en la vuelta 60.
Sin embargo, el asturiano aguantaba, a base de claves como trazar más ancho en las curvas 10 y 12, para salir con más velocidad de cara a la recta principal. De hecho, por radio avisaron a Checo de que tratase de replicar las trazadas de Fernando, ya que estaban siendo efectivas.
Fernando aguantó hasta que en la vuelta 70, Checo salió un poco más cerca de la última curva, y se lanzó en la curva 1 para pasar a Alonso. Lo consiguió, aunque el asturiano seguía forzando a Pérez a hacer trazadas anormales para tener alguna oportunidad de cara a la última vuelta. Alonso usó toda su energía para forzar una trazada por el interior de Checo en la curva 1 de la última vuelta, para agarrarle en la recta antes de la 4. Allí, abrió el DRS y le ejecutó la misma maniobra que le hizo un año antes con Alpine.
Sólo quedaban 2 sectores. En la zona de curvas, Alonso aguantó sin problemas, pero Pérez trataría de gastar su última bala en la recta principal, antes de cruzar la meta.
Encarando los últimos metros del Gran Premio, Pérez abrió el DRS y se acercó a Alonso para adelantarle antes de la línea. Sin embargo, el español cubrió el interior y Pérez se quedó a 0,053 milésimas del podio.
Un podio increíble, tras una lucha incesante en la que Fernando Alonso rememoró grandes defensas de su carrera. Como las de Imola 2005 o Hungría 2021, en el circuito en el que logró sus 2 títulos mundiales.
Una lección de pilotaje, contra un Checo Pérez, correoso y audaz, basada en su experiencia, inteligencia y velocidad, para dejarnos una lucha para el recuerdo.
